Crónica del Festival de Sitges 2014

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Del 3 al 12 de octubre se celebró la 47ª edición del Festival Internacional de cine fantástico de Cataluña y como vengo realizando los últimos años me desplacé hasta Sitges para informaros de todo lo que sucedía allí y que pudiera ser del interés de unos viejunos como vosotros.

Este año lo tenía fácil porque durante el festival se proyectaron dos documentales dedicados a la mítica productora Cannon Films, uno de los buques insignia del cine ochentero. ¿Hace falta que vuelva a repetir lo que significa la Cannon para mí? Por si hay algún despistado por aquí le diré que siento una gran devoción por esta compañía y por las películas que produjeron. Tal es mi pasión por ella que no dude ni un segundo en aceptar cuando me propusieron colaborar en el libro “Cannon Films: La generación del videoclub vol. 1”. Así que os podéis hacer una idea de cuál fue mi alegría cuando me enteré que podría ver estos dos documentales durante mi estancia en Sitges. Pero seguro que os estaréis preguntando: ¿Cuál es su título y de que hablan exactamente estos documentales? Os lo explico a continuación.

“Electric Bogaloo: The wild, untold story of Cannon Films”, nos cuenta la historia de la compañía desde que la adquirieron Menahem Golan y Yoram Globus hasta que quebró. Durante el documental se entrevistan a multitud de actores, directores y guionistas que trabajaron alguna vez en la compañía y nos narran la caótica forma de funcionar que tenía la productora. El documental está salpicado de jugosas historias y anécdotas acaecidas durante los rodajes de las películas y también nos narran los rocambolescos orígenes de muchos de los hits de la compañía. Todo de forma muy amena y divertida. Mark Hartley, el director, no es fan de la Cannon y eso se nota pues no habla desde el cariño que se pueda sentir por la productora sino que se limita a narrar los hechos que provocaron que la Cannon se convirtiera en una empresa líder y también su bancarrota. A destacar la divertidísima anécdota que explica el guionista David Engelbach: Él escribió la historia original de “Yo, el halcón” que era muy diferente a lo que finalmente se vio en pantalla. Cuando fue al estreno y comprobó cómo habían destrozado su historia se puso a llorar porque creía que esa película arruinaría su carrera. Al verlo llorar Menahem Golan, que ejerció de director en esa película, se acercó a él y le dijo “¡Te pillé!”, pensando que Engelbach lloraba de la emoción por lo que había visto en lugar de por frustración. ¡Hilarante!

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Pues como esta anécdota muchas más. Tal vez lo único que se le pueda achacar a este documental es que entrevista a pocos pesos pesados de la Cannon. Tan solo se habla con Michael Dudikoff y no le sacan todo el jugo que se le podía sacar. Golan y Globus no aceptaron participar en dicho documental ya que ellos habían puesto en marcha el suyo propio para explicar la historia de la Cannon desde su punto de vista. Y de este documental os hablo a continuación.

Parte de la exposición dedicada a la Cannon que había en el Auditori.
Parte de la exposición dedicada a la Cannon que había en el Auditori.

“The Go-Go Boys: The inside history of Cannon Films”, vendría a ser lo mismo que el anterior documental pero explicado desde el cariño y la devoción a la Cannon. Aquí nos centramos más bien en la vida de los dos productores israelís que elevaron a la Cannon a cotas inimaginables para otras compañías. A parte de la biografía de Golan y Globus y de su insigne productora, “The Go-Go Boys…” es tan bien una declaración de amor a una forma de hacer cine que ya no volverá. Por el metraje de esta producción, y además de Golam y Globus, podemos ver a Jean-Claude Van Damme explicando cómo consiguió ser contratado por la Cannon, Chuck Norris, en imágenes de archivo, eso sí y Michael Dudikoff, que al igual que en “Electric Bogaloo…” no se le acaba de sacar todo el provecho que se podría haber hecho. A un servidor le gustó más este documental que el anterior, debe ser por la pasión que siento por la Cannon, pero no por eso desdeño “Electric Bogaloo…”. Ambos son dignos de ver, es más, se complementan perfectamente el uno al otro y recomendaría fervientemente a los interesados que vean los dos documentales.

Otra parte de la exposición dedicada a la Cannon.
Otra parte de la exposición dedicada a la Cannon.

También al campo del documental pertenece “Doc of the dead”, en el que se analiza el género de los zombies ya sea en cine, televisión, literatura, cómics etc. Para ayudarnos a conocer más este universo entrevistan a personalidades como George A. Romero, Tom Savini, Stuart Gordon, Robert Kirkman o Max Brooks. “Doc of the dead” peca de explicarlo todo demasiado rápido, de no hablar en profundidad de ciertas películas y cometer el error de olvidarse de ciertos títulos. Aún así es un documental aceptable y si estáis interesados en el tema creo que os resultará de interés.

Otra cosa relacionada con el viejunismo de la que pudimos disfrutar en el Festival de Sitges, y gracias a la gente de Phenomena, fue la proyección de “Gremlins” para conmemorar su 30ª aniversario. A dicha proyección asistió Joe Dante, su director, que nos regaló una de las grandes imágenes del festival cuando tras presentar la película tiró agua a una figura de Gizmo que había junto a él.

Nuestro viejuno redactor con Gizmo.
Nuestro viejuno redactor con Gizmo.

Hasta aquí todo lo relacionado con lo retro que pudimos ver en el festival. Pero en Sitges disfruté de muchas más cositas de las que os he hecho una selección y os hablo acto seguido:

“Creep”: Mira que cada vez que veo un “found footage” me digo a mí mismo que no vea ninguno más porque luego me pongo de mala leche por lo malos que son pero al final acabo picando y viendo otro. En “Creep” nos presentan a Aaron un chico que por necesidad económica acepta un trabajo extraño: Rodar durante un día a Josef, un enfermo terminal que le quiere dejar a su hijo esa grabación como legado. A medida que avanza el día Aaron descubrirá que Josef es más raro aún de lo que parecía. El film tiene una última escena digna de ser recordada pero no es suficiente para salvar el conjunto.

“Rec 4: Apocalipsis”: Me voy a tirar de la moto con lo que diré a continuación: Jaume Balagueró me parece un director muy sobrevalorado. ¡Ojo! No digo que sea mal director, que no lo es, solo digo que no es taaaaan buen director como nos quieren hacer ver. Creo que el hecho de ser español juega a su favor a la hora de ser valorado. “Rec 4: Apocalipsis” continua la historia de las dos primeras películas de la saga. En esta entrega predomina la acción, rodada con ese temblor de cámara tan molesto, al terror y el gore escasea. “Rec” era de las pocas obras de Balagueró de las que opino que es un peliculón pero tras ver “Rec 4” creo que todos los méritos de ese film deben de ser gracias a Paco Plaza. Si eres fan de la saga “Rec 4: Apocalipsis” te gustará. Si por el contrario la aborreces mejor que te busques otra película.

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“The babadook”: Interesante film que nos cuenta la historia de Amelia, una mujer viuda que tiene criar sola a su conflictivo hijo. El niño tiene una pesadilla recurrente en la que es perseguido por un monstruo. La cosa se complica cuando en la casa aparece un libro titulado “The Babadook”. Buenas interpretaciones (madre e hijo se salen) y una buena atmosfera consiguen que a pesar de que el final flojea un poco “The Babadook” sea un film muy recomendable.

“Musarañas”: Una mujer con agorafobia se hace cargo de un hombre que sufre un accidente frente a la puerta de su casa. Esta situación creará un conflicto entre la mujer y su hermana. “Musarañas” es de lo mejor que vi en el festival. Una historia excelentemente narrada y con una Macarena Gómez soberbia que nos deleita con una actuación merecedora de un Goya. Atención al clímax del film: Es una gozada.

Nuestrp viejuno redactor promocionando "Musarañas" y "Anabelle".
Nuestro viejuno redactor promocionando «Musarañas» y «Anabelle».

“Dead snow 2: Red vs Dead: Vuelven los zombies nazis, más bestias y más cafres que en el anterior film. Aunque inferior a la primera entrega la película es divertidísima aunque tiene sus cositas negativas como los tres frikis que ayudan al protagonista. Si te gustó la primera esta te gustará.

“Cub”: Una de las decepciones del festival. Sam, un niño de 12 años, esta de campamento junto a otros niños. Un día descubre en un árbol una casa donde habita un niño salvaje. Lo que no sabe es que este niño ayuda a un asesino psicópata. Lenta, muy lenta y aburrida muuuuy aburrida. Una pena porque la premisa prometía.

“Hosebound”: Una chica que se encuentra en arresto domiciliario descubre que la casa donde cumple su condena está dominada por fuerzas demoníacas. Divertidísima película aunque lamentablemente no explota lo suficiente las posibilidades de la historia.

“Zombeavers”: Salvo algún que otro detalle a mí esta historia de castores zombies me pareció muy floja y lo que es peor, sorprendentemente escasa de sangre.

Los actores de "Zombeavers" han llevado muy lejos eso de "¡Rómpete una pierna!" que se dice para desear éxito.
Los actores de «Zombeavers» han llevado muy lejos eso de «¡Rómpete una pierna!» que se dice para desear éxito.

“’71”: Un soldado británico se pierde por las calles de Belfast en pleno conflicto norirlandés. Trepidante en su primera mitad, el soldado tiene que huir pues hay gente que lo quiere matar solo por ir vestido de militar, para dar paso a una segunda mitad donde predomina más una trama de espionaje. El coctel funciona a las mil maravillas.

“The midnight after”: Un grupo de pasajeros de un autobús descubren al llegar a su destino que el resto de la población ha desaparecido. Tras un buen arranque el film rápidamente se sumerge en el tedio. Solo salvaría la escena en que uno de los pasajeros interpreta el “Space Oddity” de David Bowie.

“Redentor”: Hiper bestia película de acción en la que Marko Zaror interpreta a un sicario que tiempo atrás cometió un error que le costó la vida a su familia y ahora vive convertido en un justiciero que protege a los inocentes. “Redentor” está repleta de excelentes peleas marciales en las que Marko Zaror se infla a repartir hostias de las que duelen y a aplicar justicia de la manera más salvaje posible (Ojo a la escena en la que Zaror le mete un gancho por la boca a un pobre infeliz y luego lo arrastra por el suelo). Hay gente que exige que Marko Zaror salga en “Los Mercenarios 4”. Yo tras ver “Redentor” me uno a esa causa.

Marko Zaror presentando "Redentor".
Marko Zaror presentando «Redentor».

“Stereo”: Film alemán que puede recordar a “Una historia de violencia”. Eric es un hombre que divide su vida entre su taller de motos y en pasar tiempo con su novia y la hija de esta. La aparición de un extraño personaje llamado Henry empezará a complicarle la vida. Esos problemas irán a más con la llegada de un mafioso que amenazará a su familia. La película tiene un desarrollo a veces excesivamente lento pero si no desesperas el clímax hará que le subas la nota. Aprobada por los pelos.

“These final hours”: Quedan 12 horas para el fin del mundo y nuestro protagonista decide reunirse con la mujer que ama para pasar los últimos momentos con ella. Pero ese regreso no será tan fácil como parecía. El arranque del film promete algo mejor de lo que al final nos acabará dando pero aún y así “These final hours” es una película muy entretenida.

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“No tears for the dead”: Os lo voy a decir con tacto para que no os sepa mal: Viendo “No tears for the dead” flipe tanto que se me cayó la po**a en rodajas al suelo. Menudo festival de violencia. Hostias de esas que te hacen levantar de la butaca e incluso gritar de lo alucinado que estás. Un festival de dolor, pólvora y sangre de casi 2 horas. Como decimos en mi barrio: Cojonuda.

“Annabelle”: A estas alturas ya todos los interesados habréis visto este spin off de “Expediente Warren” así que llego tarde para avisaros que es un rollazo de los gordos. La película es muy floja sí, pero no merecía ser despedida entre abucheos y más cuando la deleznable película de la que os hablaré a continuación fue despedida entre aplausos.

“Asmodexia”: El horror hecho película. Y cuando digo horror no quiero decir que “Asmodexia” contenga altas dosis de terror, no. Lo que quiero decir es que el film es horroroso. Es más, es directamente un insulto a la inteligencia. Todo, absolutamente todo es horrible en “Asmodexia”. El argumento es ridículo a más no poder, la dirección es infame y los actores deambulan como almas en pena por el metraje. Momentos de vergüenza ajena hay muchos pero citaré unos cuantos: Lluís Marco y su monólogo sobre el Tibidabo. Es tan patético que te dan ganas de arrancarte los ojos. El video de la secta que ve la mujer policía. Todo es rancio en esa escena. ¿De verdad no tenían presupuesto para contratar más extras? Jamás había visto una secta con tan pocos miembros. Es ridículo. Y si les van a hacer cantar una canción al menos que todos se sepan la letra, por favor. Pero la palma se la lleva la escena del accidente de coche frente a la cafetería de la gasolinera. ¿En qué pensaría el director para dejar esa escena en el montaje final? Para que os hagáis una idea de la cutrez de esa escena os diré que como no tenían dinero (ni talento) para rodar el accidente se limitan a poner el sonido de frenazos mientras vemos la cara de pasmo del hombre que lo está viendo. Acto seguido entra un tío con una mujer herida en brazos y a partir de aquí lo que se ve es inenarrable. Solo diré que he visto zapatos con más capacidad dramática de la que demuestran los actores en esa escena. Y es que el casting es un horror. Mi abuela recita la lista de la compra con más pasión que los actores de “Asmodexia” interpretan sus textos. Para ser justos voy a salvar de la quema a Irene Montalà y Marina Durán, cuya escena del parto es lo mejor de largo del film. Ambas ofrecen una más que convincente actuación. Resumiendo: “Asmodexia” es tan mala y tan estúpida que a su lado «Mujeres y hombres y viceversa» parece que este guionizado por Eduard Punset.

Así se quedó Irene Montalà tras asistir al pase de "Asmodexia".
Así se quedó Irene Montalà tras asistir al pase de «Asmodexia».

“Aux yeux des vivants”: Mucho flipado hay con esta película. Qué si es muy violenta, qué si es un homenaje a los slashers de los 80, qué si es “género”. Yo os voy a decir lo que hay: Mucho postureo y mucho hipster gilipollas. “Aux yeux des vivants” es un film muy flojo, a ratos directamente mediocre, donde no hay tanta violencia como dicen. Para que os hagáis una idea solo diré que los 4 primeros asesinatos… ¡se producen fuera de plano! ¿Qué mierda es esa? Sí, el prólogo es bestia y luego hay una escena de tortura durilla pero, ¿y el resto? ¡No hay nada! Por no hablar del argumento que hace aguas por todos lados. Mirad el grado de desesperación de la gente que veía la proyección que cuando el asesino le parte el brazo a una víctima… ¡se puso el auditorio en pleno a aplaudir! Lo que Steven Seagal se infló a hacer en los 90 a esta gente le parece novedad. Así vamos. Eso sí, parece que tienes que decir que todo lo que hacen Maury y Bustillo mola para ser un tío guay. Lo dicho: Hay mucho hipster gilipollas por Sitges.

“Burying the ex”: Muy divertida comedia de Joe Dante en la que un chico que está empezando una relación amorosa ve como su ex pareja se entromete. El problema es que su ex está muerta. Lo dicho, divertidísima.

Lo enviamos a cubrir un festival y se comporta así.
Lo enviamos a cubrir un festival y se comporta así.

Para acabar: “Let us prey”, aburridísima aunque con un clímax final bastante bestia. «The stranger», aburridísima y encima sin clímax final bestia que la salve. “The double” y “The guest”, tienen su que. “The tribe”, dura de ver y de soportar. Tiene dos escenas muy «heavies» (la del aborto y la venganza) pero eso no es suficiente para aguantar un film de 136 minutos interpretado con el lenguaje de los signos, sin subtítulos y encima que abusa de los planos generales. De “Tusk” solo le diré a Kevin Smith, su director, que se vaya a tomar por el culo y que se vaya a cachondear de quién yo le diga.

En "MegaMuerte" puedes ver rockeros tan guays como estos.
En «MegaMuerte» puedes ver rockeros tan guays como estos.

Una última cosa. En la sección Brigadoon se estrenó “MegaMuerte”, una serie B, o más abajo incluso, que es un homenaje a esas pelis ochenteras que mezclaban rock y terror, como por ejemplo “Muerte a 33 r.p.m.” o “Gira sangrienta” y a films de monstruitos como “Ghoulies”. Solo deciros que yo interpreto un pequeño papel pero ya os aviso de que no hago ni de rockero ni de monstruito.

Y hasta aquí la crónica. El año que viene más.