Los globos

No penséis mal viejunos, no os voy a hablar ni de los divergentes efectos que los efluvios alcohólicos del carajillo matinal os provocan, ni de los añorados pechos de Sabrina Salerno saliéndose de su receptáculo una noche cualquiera de fin de año. No, hoy os voy a hablar de uno de los objetos más sencillos pero a la vez más polivalentes que la mente humana ha concebido: los globos::

Hoy, si me lo permitís, intentaré recordar cosas sobre cuatro tipologías de globos que, por una u otra razón, estoy convencido de que se han cruzado por vuestra vida en algún momento. No profundizaré demasiado en aspectos como que Michael Faraday diseñó el primer globo a principios del siglo XIX, que estaban hechos con vejiga animal y que no fue hasta 1930 cuando se comercializaron de manera generalizada como un juguete, para eso ya tenéis el artículo que encontraréis en Wikipedia. En Retro Memories no nos gusta que nuestros posts estén plagados de datos fulminados como en otros blogs, en Retro Memories os haremos sentir viejunos con lo poco productivo que nos queda en las neuronas.

El globo básico

Es el globo clásico como el de la fotografía que veis en el inicio de esta entrada. Directamente: un globo de este estilo bien inflado es una maravilla, una joya del diseño útil que te puede hacer pasar algunos de los mejores momentos de tu vida. ¿La principal razón? Para mí una que es espectacular: un globo así desafía completamente las leyes de la física. La gravedad, el espacio y por ende el tiempo se alteran de una manera mágica cuando juegas con un globo. Puedes ser Michael Jordan haciendo un tiro imposible o imitar a Maradona haciendo regates alucinantes que solo tienen como límite tu imaginación. Yo de pequeño fui muy, pero que muy bueno jugando a fútbol, eso sí, se tenían que dar dos condiciones indispensables para que se pudiese apreciar mi magistral dominio del arte del balompié: primero, tenía que jugar solo o como mucho contra rivales imaginarios, y segundo, el balón o pelota tenía que ser un globo. ¿Y quién no ha jugado nunca a mantener en el aire un globo con toques consecutivos, solo o con alguien? Para mi siempre fue lo más parecido a moverse por una nave espacial con gravedad cero. Algo así como lo que Charles Chaplin nos regaló cuando realizo una de las más perfectas escenas cinematográficas jamás rodadas:

Los globos también planteaban un reto (extrapolable a los otros tipos de globos de los que hablaré más adelante): el proceso de inflado y el proceso de realización del nudo para evitar que se escapase el aire. El primero te podía llevar a una hiperventilación y a más de uno con demasiado ímpetu a la hora de soplar le provocó un conato de lipotimia. El segundo era más complicado, aun soy capaz de verme a mí mismo con un globo inflado en la mano, cerrando con los dedos la boquilla y llamando desesperadamente a mis padres o a cualquier otro adulto que hubiese alrededor para que me hiciese el nudo. Cuando lograbas aprender a realizar tu mismo el nudo pasaban dos cosas maravillosas: primero, tu nivel de autonomía daba un salto de gigante hacia adelante, ya no dependías de nadie para poder jugar con un globo. Y segundo, tu estatus social crecía exponencialmente. Poder vacilar en clase de que eras capaz de inflar y atar tu solo un globo provocaba la admiración y la envidia generalizada del personal. Yo nunca he sido demasiado hábil para las manualidades, pero por alguna extraña razón aprendí muy pronto a hacerlo. Cuando alguien me preguntaba: ¿me puedes hacer el nudo? (muchas veces era una pregunta trampa para delatar tu incapacidad para realizarlo) yo pude decir, desde muy pequeño: «Claro».

De mil tamaños y colores los globos básicos daban para mil y una aventuras más: podías llenarlos de harina y sugus, usarlos para decorar mil y una fiestas de cumpleaños, realizar trucos de magia como los que te enseñaba a hacer Truquete y no nos olvidemos de uno de los mayores placeres de la niñez: rebentarlos para asustar al personal. Pero tenía la contrapartida de que  al recogerlos del suelo te dabas cuenta de que conservaban toda la baba del inflador original, si eras tú no pasaba nada, pero si era otro…

También había los raritos que los mascaban… vale, lo hemos hecho todos, pero no queda bien decirlo.

Hay una medida de globo que por si solo merece un apartado especial:

Los globos de agua

De tamaño reducido y reforzado el material del que están hechos en comparación con el globo básico, recuerdo una época en la que era difícil conseguirlos. Sabías qué comercios los vendían pero generalmente el stock era muy limitado y se agotaban rápidamente, evidentemente este efecto se daba principalmente en verano. Se tenía que ir con cuidado con ellos ya que inflarlos a pulmón era una operación harto peligrosa por su rigidez. Por tanto viejunos recordad, los globos de agua no están pensados para ser inflados, están pensados para ser llenados con agua y hacerlos estallar en el cuerpo de alguien, vuestra tráquea y vuestro pulmones os agradecerán que recordéis esto. Había dos tipos básicos de batalla, con poca gente o con mucha gente. Recuerdo las guerras contra mi hermana en el terrado del edificio de mis padres. Acabábamos mojados de arriba a abajo y por desgracia más de un globo acabó cayendo 6 pisos y no se si alguno alcanzó a algún transeúnte, pero desde aquí le pido disculpas, mucho tiempo después lo sé, pero disculpas al fin y al cabo. No estaban mal este tipo de enfrentamientos pero…

Las batallas masivas eran otro cantar. Normalmente se libraban en patios o descampados y eran guerras sin cuartel y sin ningún tipo de piedad o compasión. Allí ibas a mojar y a ser mojado sin contemplaciones. Cuando la cosa se juntaba con jeringuillas rellenas de agua con colorante las guerras pasaban a ser épicas. La locura total llegaba cuando se acababan las reservas de globos, entonces cualquier cosa se convertía en un receptáculo apto para mojar a los rivales, las manos, la boca, un cubo, una botella de plástico… Injustamente ninguna de estas guerras quedará escrita en los libros de historia pero no me neguéis viejunos que a poco que rasquéis la neurona veréis que si que quedaron escritas en el libro de vuestros recuerdos.

Los globos para hacer figuras (globoflexia)

 

Cualquier animador infantil ha de dominarlos. Sea payaso, mago o cantante el recurso de poder hacer una escultura a base de globos alargados es algo que a más de uno le ha salvado el espectáculo. ¿La forma más clásica? El perrito. ¿La más fácil? Un corazón. A partir de aquí solo la mente human puede poner límites a lo que se puede llegar a hacer con ellos:

(no os perdáis los otros videos que atesora este maestro en su canal)

A mi personalmente me traumatizaron bastante por los injusticias que provocaban. En muchas ocasiones el artesano de turno no tenía ni material ni tiempo suficiente como para hacer una figura a cada uno de los presentes en la fiesta. Yo no soy demasiado espabilado socialmente, imaginad pues como era de pequeño, por lo tanto casi siempre me quedaba atrás y muy pocas veces logré que me diesen ni un triste perrito. Malditos globofléxicos, ¡yo os maldigo!

 Los globos con forma

Estos son la primera división de los globos, por muchas razones:

  • Su forma está a años luz de la forma clásica de un globo, desde un delfín hasta el clásico Mickie Mouse todo un mundo de personajes diversos puede ser representado de una manera anatónicamente perfecta por estos globos.
  • El material metálico del que están hechos, en detrimento del plástico, les otorga un aura de calidad y livianez digna de cualquier película sobrevalorada de Kubrick sobre el espacio.
  • No se inflan a pulmón, se inflan con helio y de hecho te los venden ya inflados (aptos para vagos rematados). Al ser el helio más ligero que el aire de la atmósfera estos globos no desafían la ley de la gravedad no, directamente se la pasan por el forro al pode volar hacia el infinito y más allá. Y  en aquel entonces, si eras lo suficientemente espabilado, podías hacer que tu voz sonase como la de un pitufo.
  • Para evitar que se perdiesen en la atmósfera si se te escapaban de las manos incluían de serie una arandela metálica… arandelas metálicas… ¡ARANDELAS METÁLICAS! Imaginaos de lo que yo sería capaz de hacer con un buen puñado de arandelas metálicas (si no entendéis lo que estoy diciendo es que no leísteis mi fantástico post sobre las arandelas adhesivas que publiqué hace un tiempo aquí)

Fueron y son objeto de deseo principal de muchos niños en ferias, fiestas mayores y derivados varios y tortura desde tiempos inmemoriales para progenitores que no quieren gastarse el dinero cada semana en un globo diferente.

Final

Los globos, ese humilde, pequeño o grande y sencillo objeto que ha acompañado a generaciones y generaciones de niños. Nunca suficientemente valorado, nunca reconocido por demasiada gente como una invención genial. Este es nuestro pequeño homenaje. Para Retro Memories, los globos, sean del tipo que sean, siempre tendrán un lugar reservado en el olimpo de los juguetes añorados de nuestra infancia. Una de las pocas personas que ha hecho un digno tributo a tan fantástico objeto fue la cantante alemana Nena, quien en 1984 lanzó al mercado el temazo «99 Luftballons» (posteriormente en inglés «99 Red Balloons»), «99 Globos». A disfrutar:

Y lo peor de todo es que a historia de los globos es una historia triste, solo tenían dos posibles finales que si los analizamos atentamente podrían ser una analogía de como los viejunos y viejunas afrontamos nuestro ocaso: podían acabar su vida con una efímera, sonora e impactante explosión que sorprendía al mundo, o acabar en el suelo desinflados y sin vida como un reflejo decrépito de lo que un día fueron.

Tomad la medicación…