Mi tributo a The Ultimate Warrior

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Normalmente lo que hago a primera hora de la mañana, mientras tomó un café con leche, es leer webs de wrestling. Se da la circunstancia que este domingo se celebró WrestleMania 30 y como por cuestiones de trabajo aún no la he podido ver llevo unos días sin entrar a ninguna de estas webs para no comerme ningún spoiler. Lo que yo no podía suponer es que eso haría que tardara en enterarme de la muerte de uno de mis ídolos.

Ayer por la mañana me encontraba trabajando cuando de pronto mi teléfono móvil empezó a vibrar como un loco. En cuestión de segundos me llegaron varios mensajes de amigos a través de whatssap y twitter y todos para decirme lo mismo: “¿Te has enterado que se ha muerto The Ultimate Warrior?”. Me quedé en estado de shock. Tan solo unos días antes había visto como era inducido al Salón de la Fama de la WWE y ahora me llegaba la noticia de su muerte.

Entonces me puse a pensar en todos los buenos momentos que me hizo pasar y decidí que tenía que escribir un artículo a modo de homenaje. Veréis, desde hace tiempo tengo pendiente de realizar un artículo para explicaros de donde viene mi afición por el wrestling. Es un artículo que voy postergando una y otra vez porque cada vez que pienso en escribirlo yo mismo me lo saco de la cabeza diciéndome que a ninguno de vosotros os interesará el origen de mi afición por la lucha libre.

Hoy tampoco os voy a explicar eso pero sí que os explicaré que ha significado The Ultimate Warrior para mí. No esperéis encontrar por aquí paridas del estilo “baile de San Vito” porque no las va a haber. Tampoco esperéis que os narre su carrera detalladamente porque no lo haré. A estas alturas seguro que centenares de webs ya han copiado de Wikipedia todo lo concerniente a él y lo han publicado como si esos datos se los supieran de memoria. Aquí lo que encontraréis es mi más sentido tributo a Ultimate Warrior, uno de los causantes de mi gran afición por el wrestling.

Demos un salto en el tiempo, concretamente al 1 de abril de 1990. Aquel día se celebraba «WrestleMania VI» y The Ultimate Warrior se enfrentaba a Hulk Hogan. Warrior era el campeón intercontinental y Hogan el campeón de la WWF. Los dos títulos estaban en juego por lo que la pelea se promocionó como un “Champion vs Champion. Title for title”. El combate fue épico y tras más de 20 minutos de ardua lucha, The Ultimate Warrior se alzaba con la victoria. Fue el primer wrestler que ostentó los dos títulos a la vez. Tras él sólo un wrestler más ha conseguido tal proeza lo que da más relieve a lo que Warrior consiguió aquella noche.

Ultimate Warrior frente a Hulk Hogan en WrestleMania VI.
The Ultimate Warrior frente a Hulk Hogan en WrestleMania VI.

Aquí en España el combate se emitió con bastante desfase temporal pero como en aquella época no existía internet cuando finalmente se pudo ver en Telecinco fue casi, casi, como si fuera en directo. En aquel momento yo era preso del fenómeno del wrestling que se vivía en España gracias al programa “Pressing Catch”. Mi primer contacto con el wrestling fue a través de unas emisiones de la WWF que vi en Tv3 y a la película “Chicas con gancho”, pero no fue hasta la llegada de Telecinco que me aficioné realmente. Pero aquel combate hizo que la afición se convirtiera en devoción. Esos 22 minutos 51 segundos de combate cambiaron mi vida. Fueron momentos de gran emoción pues ambos luchadores estuvieron a punto de llevarse la victoria varias veces. El árbitro perdió el conocimiento a causa de un golpe y no pudo ver como los dos wrestler conseguían la cuenta de tres sobre su adversario. Finalmente, como ya os he dicho, The Ultimate Warrior consiguió derrotar a Hogan. Tras el combate los dos wrestlers se fundieron en un abrazo. Hogan abandonó el ring y The Ultimate Warrior se quedó allí, con los dos cinturones de campeón en la mano, celebrando su victoria entre fuegos artificiales.

Desde aquel momento mi pasión por el wrestling se disparó. Empecé a comprar muñecos, me hice la colección de cromos y al cabo de un tiempo aparecía la revista Estrellas de la lucha americana de la que fui asiduo lector. De hecho la portada del número 1 hacía referencia a la gran victoria obtenida por The Ultimate Warrior en «WrestleMania VI».

Uno de mis tesoros: El número 1 de Estrellas de la lucha americana con Ultimate Warrior en la portada.
Uno de mis tesoros: El número 1 de Estrellas de la lucha americana con The Ultimate Warrior en la portada.

Dentro de la revista había un reportaje sobre los 10 mejores luchadores de 1990. Warrior era el número 1. También había un reportaje sobre el «Royal Rumble 1991». En aquel evento The Ultimate Warrior perdió su título de la WWF frente al Sargento Slaughter. Su derrota fue debida a una interferencia de “Macho King” Randy Savage. Precisamente por esta interferencia que le costó su título, nació una fuerte rivalidad entre Warrior y Savage que terminaría en un combate en «WrestleMania VII» donde el que perdiera de los dos se habría de retirar. Fue un auténtico combatazo. Si hiciéramos un Top 5 de combates de The Ultimate Warrior este habría de estar sí o sí. Ya no es sólo por lo que ambos luchadores mostraron en el ring sino por lo que pasó tras el combate. No lo voy a explicar por si alguno de vosotros aún no lo ha visto y lo quiere ver. Sólo os diré que parte del público termina entre lágrimas por la emoción que les produce lo que allí presencian. Y es que si amo al wrestling es también por esas dosis de show que proporciona además de por sus combates.

Reportaje en el interior del número 1 de Estrellas de la lucha americana en el que nombran a Ultimate Warrior como el mejor wrestler de 1990.
Reportaje en el interior del número 1 de Estrellas de la lucha americana en el que nombran a The Ultimate Warrior como el mejor wrestler de 1990.

Pero si hubo un rival que hizo brillar más que nadie a The Ultimate Warrior ese fue Rick Rude. Tienen juntos dos combates memorables: En «SummerSlam 1989», con el título intercontinental en juego y en «SummerSlam 1990», en un combate dentro de una Steel Cage por el título de la WWF.  Ambos también se vieron las caras en WrestleMania V, de nuevo con el campeonato intercontinental en disputa. Como os digo Rude fue el wrestler que disimuló más las carencias de Warrior en el ring, que las tenía. De hecho, Rude exigió un aumento de sueldo argumentando que gran parte del status del Warrior era por lo que él lo hacía brillar. No consiguió el aumento y acabó largándose a la WCW, que era la competencia de la WWF.

Rick Rude haciendo una llave a Ultimate Warrior.
Rick Rude haciendo una llave a The Ultimate Warrior.

Por aquel entonces, yo vivía preso de la Warriormanía. Para que os hagáis una idea de lo flipado por él que estaba. Como sabéis, Manel y yo nos conocimos en el instituto. Pues bien una de las muchas aficiones raras que teníamos era interpretar la canción del Ultimate Warrior cuando nos aburríamos en clase. Con la boca hacíamos el sonido de la guitarra y golpeando el pupitre con las manos hacíamos la batería. No me digáis que esto no es estar fatal de la cabeza.

Pero Warrior era un tipo con un carácter difícil y eso hizo que se enfrentara varias veces al propietario de la WWF (casi todas las veces por temas monetarios). Abandonó la empresa por una de esas disputas en 1991. Regresó, y se volvió a ir, en 1992. Hizo un último regreso en 1996 pero su estada fue muy breve.

Mi muñeco de Ultimate Warrior aún en su blister original.
Mi muñeco de The Ultimate Warrior aún en su blister original.

Tras eso multitud de pleitos contra la WWF. Tras uno de ellos, James Brian Hellwig, que era el nombre real de The Ultimate Warrior, se cambió legalmente su nombre por el de Warrior, para así poder seguir usando el nombre en el ring y comercialmente. Uno de esos usos comerciales fue editar un cómic de corta vida en el que él era el protagonista.

Voy a obviar sus lamentables retornos al wrestling del período 1998-1999 en el seno de la WCW y en 2008 en la NWE para la que luchó en un único combate que se celebró en Barcelona. De estos regresos, y por si deseáis sentir vergüenza ajena, os recomiendo que veáis el combate que le enfrento de nuevo a Hogan, por aquel entonces llamado Hollywood Hogan, en el evento «Halloween Havoc» de 1998. Tan solo os diré que está considerado unánimemente como uno de los peores combates jamás vistos en un PPV.

De sus años dando conferencias de carácter racista y homófobo voy a correr un tupido velo. Me limitaré a decir que fue la mayor estupidez que cometió en su vida.

Mentiría si no os dijera que mis gustos fueron cambiando con el tiempo y que mis wrestlers favoritos son aquellos que poseen una exquisita técnica como Bret “Hitman” Hart, Shawn Michaels o Kurt Angle pero también es cierto que la mi colección de DVD’s de wrestling la inicié con ese mítico WrestleMania VI que tanto me marcó (vale, primero compré un triple DVD sobre la carrera de Bret “Hitman” Hart pero el mismo día compré el doble DVD «WrestleMania V/WrestleMania VI»).

Portada del doble DVD que incluye Wrestlemania V y VI.
Portada del doble DVD que incluye Wrestlemania V y VI.

Tras muchos años de disputas parecía ser que este 2014 traía la paz entre el Warrior y la WWE (la antigua WWF). Warrior fue inducido al Salón de la Fama que es el mayor honor que puede recibir un wrestler. Además se anunció que Warrior ejercería de embajador para la WWE. El día de la celebración de su inducción al Salón de la Fama, Warrior hizo un discurso en el que parecía disculparse por todas la peleas que había tenido contra la WWE. De hecho, y por lo que he leído, ese mismo día hizo las paces con otros ex wrestlers con los que llevaba enfrentado muchos años. Es como si supiera que le quedaba poco y que tenía que estar en paz con todo el mundo.

Ultimate Warrior haciendo su discurso de agradecimiento en el Salón de la Fama de la WWE.
Ultimate Warrior haciendo su discurso de agradecimiento en el Salón de la Fama de la WWE.

Apenas 48 horas después fallecía de una parada cardiorespiratoria. Moría a los 54 años James Brian Hellwig. Moría la persona pero el mito jamás morirá. Con la muerte de James Brian Hellwig, Ultimate Warrior se convierte definitivamente en una leyenda.

Descanse en paz James Brian Hellwig. ¡Larga vida a The Ultimate Warrior!